
La imagen por resonancia magnética o IRM se considera una de las formas más seguras de observar el interior del cuerpo, ya que no conlleva el riesgo de radiación de los rayos X o tomografías por emisión de positrones. Aún así, como la IRM utiliza un potente campo magnético para producir imágenes, a veces pueden ocurrir accidentes, como en el caso de un hombre indio en Bombai.