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Aunque la mayoría envidia el estilo de vida de los famosos, no es nada fácil ser una celebridad. Mantenerse en forma requiere de mucho esfuerzo y sacrificio. Algunos famosos se hartaron de todo y así quedaron

Estamos muy acostumbrados a ver a estas personas en películas o programas de televisión, pero los vemos muy poco en publicidades. La mayoría de ellos comenzaron su carrera televisiva haciendo anuncios publicitarios. Aquí te mostraremos una gran colección que seguramente nunca habías visto, por ejemplo Leo DiCaprio vendiendo chicles.

En esta publicacion te traemos soluciones para que los niños sigan aprendiendo con las herramientas que tenemos en casa. hemos seleccionado 10 aplicaciones para que los niños aprendan jugando.

Aquí les presentamos una lista de las carreteras donde conducir es un puro ejercicio de supervivencia, y un mínimo fallo al volante puede acabar en tragedia.

Las compras en línea tienen un montón de ventajas. Sin embargo muchas veces las cosas que compras por internet pueden ser muy diferentes a sus fotos.

Hacer caca es una de las cosas más cotidianas y normales del mundo. Pero seguramente no sabias que las distintas formas y colores dicen mucho sobre tu salud. Este artículo te enseñará y sorprenderá.

No solo una princesa, sino nueve. El parecido de Sarah Ingle es increíble y sin necesidad de cirugías.

Muchos alimentos son nocivos para la salud, razón por la que los médicos nos recomiendan consumirlos moderadamente. Y hay algunos otros que pueden ser LETALES, como detallamos a continuación en este artículo.

Debe ser difícil tener un hermano extremadamente famoso, la sensación de “vivir bajo su sombra” seguramente les ha ocurrido a ellos. Y no es que si uno es famoso el otro también vaya a serlo por arte de magia, porque Hollywood y los medios no levantan a cualquiera. Pero si es verdad que el ser famoso tiene algo de “maldición”, los hermanos ya se deben haber percatado y quizás agradezcan no estar en ese pellejo. Lo más conveniente en ese caso sería tener una apariencia distinta, as

En una pequeña escuela de la década de 1950, la Sra. González, una maestra reconocida por sus métodos educativos poco convencionales, se encontró frente a una sorpresa que desafiaría cualquier lógica. Con la intención de abordar las excusas nocturnas de sus alumnos, que alegaban que los monstruos de sus armarios les impedían hacer la tarea tras no dejarlos dormir por las noches y estar cansados, les pidió que trajeran dichos monstruos a la escuela. Para su asombro, y el de todos, los niños llegaron a clase con criaturas que eran, sorprendentemente, reales.