Los destinos naturales y mortíferos del mundo. Aquí te presentamos los destinos turísticos mas extremos, aquellos que todavía la mano del hombre no pudo alterar y por esta razón todavía conservan la magia de la naturaleza en su expresión más pura.
¿Imaginas remolinos en el mar de hasta diez metros de diámetro y cinco de profundidad? Aunque parezca exagerado, existen. Hablamos de Saltstraumen, las corrientes marinas más fuertes del mundo. Situadas a 33 kilómetros de la ciudad noruega de Bodø, cerca de las famosas Islas Lofoten, estos remolinos son todo un espectáculo de la fuerza de la naturaleza. Cuando la marea sube, son aún más sobrecogedoras. Pero cuidado: la fuerza del agua puede dar más de un susto. Lo mejor será no perder de vista el chaleco salvavidas.
Descender a la cueva Gouffre Berger es un verdadero viaje al centro de la Tierra. Situada en el sureste de Francia, esta caverna es una de las más temidas por los exploradores, tanto que es conocida como la 'cueva de la muerte'. Con más de 1.200 metros de profundidad y un lago en su interior, se trata de unas de las grutas calizas subterráneas más profundas del mundo. Su gran peligro reside en que, si llueve, la cueva se inunda, atrapando a todo aquel que se encuentre en su interior. Varias personas han perdido aquí la vida.
¿Preparados para un chapuzón salvaje y arriesgado? Viajamos hasta las Cataratas de Victoria, en el continente africano, para descubrir la piscina natural más peligrosa: Devil´s Pool o Piscina del Diablo. Se trata de una poza excavada en la roca en el mismo borde de las cataratas. En este punto, el río Zambeze se precipita con violencia desde más de cien metros de altura. Una pared de roca natural bajo el agua protege a los bañistas de ser arrastrados por la corriente cuando el nivel del agua es bajo. De todos modos, mejor no tentar a la suerte.
Regresamos a los fiordos noruegos para hablar de otro lugar sobrecogedor y peligroso: la Roca Kjerag. Encajada entre dos paredes totalmente verticales, la roca está colgando a 1.000 metros de altura sobre el fiordo de Lyse. Lo habitual es ver a los turistas hacerse fotos posando sobre ella. A muchos incluso se les nota un pequeño temblor en las piernas mientras piensan 'no mires abajo, no mires abajo'. Todo un desafío al vértigo.
La montaña de Annapurna es la décima más alta del mundo y la número uno en mortalidad. Cuatro de cada diez alpinistas mueren en el intento de conquistar el más peligroso de los ochomiles. Sus paredes verticales de hielo, sus avalanchas y sus grietas mortales son algunas de las razones por las que hacen de esta cumbre la más temida. Entre sus víctimas, recordamos a dos españoles: Iñaki Ochoa de Olza (en 2008) y Tolo Calafat (en 2010) .
El Puente colgante de Hussaini es uno de los más peligrosos del mundo. Basta una imagen para convencernos de ello. Cruzar esta pasarela a gran altura sobre el río Hunza, al norte de Pakistán, supone una aventura al puro estilo Indiana Jones. El puente, rodeado de las cadenas montañosas del Himalaya y los Karkorams, es muy antiguo y está mal conservado, tanto que faltan tableros de madera. Un mal paso puede hacernos caer al agua. Eso sí, las vistas desde el puente son todo un regalo para la vista.
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