Los X destinos mas peligrosos e increíbles del mundo


Sahara (África): una travesía peligrosa

El Sahara, el desierto más extenso, es también uno de los rincones del mundo más peligrosos si no se toman precauciones. Atravesar este paraíso de arena requiere estar bien informado, conocer las rutas a seguir y prepararse bien para soportar temperaturas extremas, posibles golpes de calor, e incluso el encuentro con animales peligrosos como escorpiones o víboras. Lo importante aquí es no perderse.

K2 (Himalaya): la montaña de la mala reputación


La segunda montaña más alta del mundo después del Everest, el K2, es además una de las más mortíferas de todas. Las estadísticas hablan de que uno de cada cuatro montañeros muere ante este gigante. Más datos: poco más de 300 alpinistas han conquistado su cima, mientras que más de 5.600 han pisado lo más alto del Everest. Su mala reputación convierte este ochomil en toda una obsesión para los montañeros más expertos.

Cráter de Darvaza (Turkmenistán): la puerta al infierno


En el gran desierto de Karakum, en Turkmenistán, se encuentra el Cráter de Darvaza, una enorme cueva subterránea llena de gas natural que lleva más de 40 años ardiendo. Se la conoce como La Puerta del Infierno. Con 60 metros de diámetro y 20 de profundidad, esta cueva es todo un espectáculo de fuego. La historia cuenta que un grupo de geólogos soviéticos descubrió esta gran cámara de gas en los años 70. Para comprobar lo que había dentro, decidieron encender la llama. Desde entonces no ha parado de arder.

Blue Hole (Egipto): El cementerio de buceadores


Hablar del Blue Hole de Dahab, en Egipto, es hablar de un cementerio de buceadores. Se habla de que en su fondo se acumulan más de un centenar de cuerpos. El Blue Hole es en realidad una laguna de coral que conecta con mar abierto a través de un gran arco azul de 26 metros. Su belleza atrae a mucho buceadores que deben sumergirse a más de 60 metros de produndidad. El peligro llega cuando el buzo se desorienta y no encuentra el camino de ascenso hacia el mar, y en lugar de subir, sigue camino del fondo.

Acantilados de Moher (Irlanda): cuidado al asomarse


En la costa oeste de Irlanda, en el condado de Claire, encontramos unos majestuosos acantilados: los de Moher. Se extienden durante ocho kilómetros y alcanzan un altura de 214 metros sobre el mar. No hay vallas ni protección. Un cartel advierte del peligro de asomarse al borde del precipicio e incluso hay pequeños homenajes espontáneos a las personas que han perdido aquí la vida. En días de fuerte viento hay que tener especial cuidado y no acercarnos demasiado al abismo. Un desafortunado golpe de viento puede hacernos perder el equilibrio.

Reserva Natural Tsingy (Madagascar): el bosque de piedra


La Reserva Natural de Tsingy, en Madagascar, esconde un gran bosque de piedra caliza cuyos afilados pináculos parecen cortar como navajas. Un peligro sobre todo para los visitantes despistados que quieren adentrarse en su interior. Tsingy significa en malgache, la lengua autóctona, 'donde no se puede caminar descalzo'. Sólo los hábiles lémures transitan libremente por este peculiar bosque de roca.


fuente: traveler .es

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